Incendios
Haz un comentario

El otro perseguidor

Julio Cortázar publicó sobre todo algunos cuentos inolvidables. Esto así no sólo por sus temas sino especialmente por sus descubrimientos formales. Cada uno de los cuentos de Bestiario (1951), por ejemplo, posee una forma inédita. Hay puntos de vista distintos, narradores diversos, vueltas de tuerca que subvierten la anécdota como sucede en su admirable relato “Casa tomada”.

cortazar

En 1959, publicó Las armas secretas. El libro incluía cinco cuentos: “Cartas a mamá”, “Los buenos servicios”, “Las babas del diablo”, “El perseguidor” y la narración que daba título al libro. Dos de esos cuentos resultaron ser piezas fundamentales en la trayectoria del escritor argentino, pero además para la historia del cine. “Las babas del diablo” sirvió de inspiración para Blow Up (1966), la magistral película de Michelangelo Antonioni. Con menor reconocimiento pero de indudable calidad, Osías Wilenski, director argentino, filmó El perseguidor. La adaptación y el guión pertenecen a Ulises Petit de Murat. La música es de Rubén Barbieri, excelente compositor y trompetista, hermano de del reconocido saxofonista Leandro Barbieri.

Es muy conocido que Cortázar tomó la emblemática figura de Charlie Parker para su personaje Johnny Carter. Lo más sencillo hubiera sido tocar la música del genial saxofonista negro. Sin embargo, Wilenski eligió a los hermanos Barbieri para que con su trabajo acompañaran la película. Los solos de saxofón son por supuesto de Leandro “Gato” Barbieri. Esto da a la película un matiz especial. El saxofonista argentino era en ese momento muy joven, apenas una promesa. Wilenski consiguió articular en un film de bajo presupuesto, mucho talento.

La película de El perseguidor es un drama de carácter existencial igual que el cuento de Cortázar. Posee, sin embargo, independencia con respecto al texto porque logra con pocos elementos articular un lenguaje particular. Algunas imágenes remiten al mejor cine de su tiempo. Los movimientos de cámara son a veces audaces, lo mismo que los emplazamientos de la cámara. Tiene quizás algo naif en su planteamiento general. Quizá demasiada admiración al cuento de Cortázar. De cualquier modo es un documento indispensable para la cinematografía argentina y latinoamericana. Aquí, la película:

 

Imagen por: Amanece Metrópolis

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *