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Hawkwind y la teoría del Big Bang

1969 marca el fin de la era de acuario. La buena onda eterna de los jipis se torna violenta y de las flores sólo quedaran jirones de una naturaleza convulsa e incomprensible. La debacle modifica sustancialmente el sonido de la época, endurece el ataque sonoro de los músicos, se entrevé el nacimiento del metal y el postpunk. Significa un verdadero Big Bang sonoro, un recomienzo que explica el exilio interior de muchas bandas y la ruidosa explosión musical que sobrevino poco después.

La utopía emigra hacia el espacio sideral, el free jazz es una gran lección para las agrupaciones que surgen tras la debacle de la ternura y el amor libre. Dichas bandas, nunca fueron reconocidas por su pericia en la ejecución, ni mucho menos por la complejidad “sinfónica” de sus composiciones. Hacían ruido y poco más, sin embargo, generaban una potencia sónica inigualable en su tiempo. Eran músicos de rocanrol que habían escogido bien a sus maestros: la música electroacústica, la sicodelia ambiental el kraut, algo de blues y muchas drogas para maltripear el universo.

Algunas de estas bandas son consideradas de manera equivoca como los antecedentes del punk, tal es el caso de los Stooges o Mc5 en Estados Unidos. Mientras tanto, Inglaterra tuvo sus propios cavernícolas espaciales, Silver Apples, los Pretty Things, los Hammersmith Gorillas o los Pink Fairies, quizá los más conocidos de entre todos aquellos que ahora yacen olvidados. Su idea de la música de las esferas consistía en la saturación eléctrica del espacio sonoro. En partículas disonantes agitándose de manera insistente hasta lograr calentar el ambiente cuya discordancia hacía vibrar toda presencia viva. Roqueaban fuerte, por eso siguen siendo significativos en estos tiempos de insulsas canciones  cuya medianía se encarga de domesticar nuestro entorno social. El rock ya no espanta a nadie, es verdad, mucho menos es participe de la agitación social, no sorprende puesto que ya no es lo que fue.

Hawkwind podría considerarse como el único sobreviviente de aquellos tiempos. Apoyados por una reducida multitud de seguidores provenientes de otra era, continúan tocando en el reducido circuito del rock que mantienen en Europa. Entre 1970 y 1975, años que considero marcaron su mejor momento de furia y experimentación azarosa aunque totalmente carente de método y cuya eficacia en la construcción de ambientes épicos los ubicaba mas allá de lo que jamás soñaron bandas como Pink Floyd.

En sus inicios a finales de los años sesenta, tenían una estrecha relación con la mal llamada contracultura europea. Compartían músicos con Amon Dull de Alemania, participaban de manera activa en los circuitos de festivales gratuitos tan en boga por aquellos tiempos, apoyaban a los presos de la guerrilla urbana inglesa del estilo de la Angry Brigade y paradójicamente, su fama comenzó el día que sabotearon el (ahora) legendario concierto de la isla de Wright (1970) al tocar en las inmediaciones del festival, teniendo por espectadores a varios músicos reconocidos como Miles Davis y Jimmy Hendrix.

Sus integrantes variaban según los tiempos y las circunstancias, dos baterías, dos al frente de los sintetizadores analógicos, saxo tenor, guitarra, bajo y una bailarina, un poeta y un escritor de ciencia ficción. La función de los integrantes que no pertenecían al gremio de la música era importante, dotaban de un estilo único a la agrupación, se escribieron novelas de la misma manera en que la bailarina hacía lo suyo sobre los temas de la banda. El poeta recitaba su obra o improvisaba en una máquina de escribir sobre el escenario. Lemmy antes de formar Motorhead estuvo durante un tiempo con ellos, fue con la intención de tocar la segunda guitarra y se quedó con el puesto del bajista. Su estancia marca la etapa más interesante de la banda. Es el momento en que van despegando poco a poco a partir de las largas improvisaciones provenientes de las presentaciones en vivo y comienzan a formar canciones definidas por el género al que se adscriben: el Space Rock.

Las canciones son deudoras de su dinámica creativa basada en el concierto en vivo, de su relación con las audiencias y el ambiente formado en todo ese entramado sonoro. En sus primeros discos conviven pues, la locura solipsista de “You Know you are only dreaming”, el bellisísmo folk neosicodelico de “We Took The Wrong Step Years Ago” o el misterioso dueto de violín y electrónica de “The Hall of the Mountain Grill” con largas y frenéticas derivas improvisatorias como “Be Yourself” o “You should`nt do that”. (Por cierto ¿alguien se ha dado cuenta de la deuda que tiene Revolution de Spaceman 3 con esta canción? Y no solamente con esta canción sino con la manera compositiva y la dinámica grupal con que Hawkwind atacaba los conciertos: amplios volúmenes, saturación eléctrica, largas derivas sicodélicas y el sonido machacante de la batería).

Las peleas con Lemmy no podían haberse evitado, era tan distinto al resto de los integrantes de Hawkwind en todos los aspectos: ambicionaba el estrellato de una manera en que estos posjipis jamás la hubieran imaginado, su afición por el speed lo alejaba de la sicodelia así, como su amistad con la facción inglesa de los Hell`s Angels era motivo de desconfianza y duda. En las distintas memorias que se han escrito sobre la banda y sus integrantes la más desgraciada es sin duda la de Lemmy, quien aprovecha para cobrarse el despido al que fue sujeto apenas comenzando 1975. Reconoce eso sí, que cuando formó Motorhead lo hizo pensando continuar lo aprendido en Hawkwind, mezclándolo eso sí, con Mc5 y Little Richard. Así de absurdo como suena fueron los orígenes de Motorhead, pero esa es otra historia.

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