Reseñas
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Comentarios al infrarrealismo de Matta

Jean Schuster
Traducción, introducción y notas: Jaime Moreno Villarreal.
La Ratona Cartonera
Cuernavaca, Morelos-México, 2014.

Matta

El pintor surrealista Roberto Matta viaja a La Habana a fines de 1967 para presidir un congreso. Antes de partir deja en manos de Jean Schuster, albacea bretoniano, unas notas sueltas (21 fragmentos) que serán la base de su ponencia cubana, titulada “La guerrilla interior” (cf. Revista Prometeo, núm. 8, Medellín, Colombia, 1987). Schuster comentará enseguida las notas recibidas y en 1970 la editorial de Eric Losfeld publicará el opúsculo. Detalles como estos, y otros, comenta Jaime Moreno Villarreal en la introducción a la edición mexicana, donde se pregunta: “¿Llegó este Développements sur l’infra-réalisme de Matta, de Jean Schuster, a los estantes de la Librería Francesa que se hallaba en la esquina de Reforma y Niza, en la Ciudad de México?”. Ya deben adivinar que el nombre clave Roberto Bolaño está cerca. Reminiscencias del vagabundo lector. Mitologías de la ciudad. Etc. Tiempos de revolución y contrarevolución que nos siguen los pasos de cerca. Efectivamente, gracias a la obra de Bolaño, estos materiales de la historia pueden reflotar con un sentido agudo, al menos asociado a esa categoría comunitaria y estética que Bolaño introdujo a su manera en Los detectives. Seguro leyó el opúsculo y el nombre “infrarrealismo” quedó rebotando en su memoria. Pero resulta que el término proviene de Ortega y Gasset (La deshumanización del arte, 1925), como bien reseña Moreno Villarreal, y Matta probablemente lo toma de ahí. El viaje de la palabra es interesante, especialmente cuando lo que está en juego en la “guerrilla interior” es una rebelión atenta y constante contra los estancamientos dogmáticos de la revolución política, como apostilla Schuster en sus comentarios. Interesante porque habla de la función del arte en el Individuo-Pueblo, en la esperanza abismante de una sociedad revolucionada por dentro.

Schuster se somete a las notas “como bajo el efecto de estimulantes psíquicos”. Las notas de Matta son aforísticas, fragmentarias. Schuster trabaja una reacción frente a ellas desde la oscuridad que contienen y que lo instan a “desvergonzar” su pensamiento y su lenguaje, como buen surrealista. Se pregunta ante el trabajo verbal de Matta: “¿No abre más bien, por el contrario y en una lenta progresión, la actividad conceptual al placer de abandonar la herencia filosófica?”. Esta inquietud se manifiesta en la sospecha de la razón en tanto facultad censuradora de los instintos (Eros). Schuster se lanza hacia la exploración de su propio pensar a partir de las intuiciones de Matta, corriente que pronto se expresa en el combate a los determinismos racionalistas, en la referencia a la cuestión política inscrita en la psiquis humana, en la valoración de la figura Pueblo, Poder, Revolución, Espíritu Colectivo, entre otras. La “actividad conceptual” de Schuster nace del automatismo, método que se propone esquivar la guardia de la razón, siempre alerta a los movimientos subrepticios de lo Otro. En ese bajar la guardia asoman frescas igualmente las disputas concretas con la Historia, el presente, la tradición. Nuestro inconsciente, esa ficción suprema hallada por el Dr. Freud, está preñado de sustancia política incorporada desde el primer roce.

A propósito del Eros como “imagen interior adivinada” (en particular como mujer), Matta escribe: “(11) La imagen interior, en lo real que uno controla, corresponde a la mujer que uno ama antes de conocerla. Toda la intensidad de la acción poética se funda en esta adivinación”. Y Schuster glosa: “O la poesía ostenta parte de la verdad revolucionaria (y por lo mismo juega un papel práctico en el proceso de transformación del mundo) y en dicho caso precede a la acción como desmontando el terreno, o se limitará a la ilustración de hechos, a comprobarlos, y no será revolucionaria más que de fachada, pudiendo incluso congelar la revolución”. El tópico del amor revolucionario se desprende de la pasión amorosa como acto de creación poética, adivinamiento. En estos productos de la imaginación se deposita una esperanza probabilística de utopias multiplicadas: “El pensamiento creador puede permitirse perder el tiempo, multiplicar las utopías para que una probabilidad del azar triunfe al coincidir una utopía con una configuración racional de leyes económicas, sociales y políticas.” (Comentario a la nota 5).

Luego de las diferentes debacles ideológicas de la izquierda tradicional, operante durante todo el siglo XX, y frente al dominio globalizado del capitalismo neoliberal, estos comunicados de Matta arengando una “guerrilla interior” se traducen en el sentimiento de una etnicidad individual convocada a través de comunidades y colectivos que hoy en día se realizan a un nivel político distinto, orillados a una fragmentación manejable, finalmente, a la manera de la propia conciencia individual, bastión de una subjetividad que se vuelve el campo de todas las batallas por librar.

Imagen por: Ricardo Duguet

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