Procesos
Haz un comentario

Actualidad de Dziga Vertov

El cine ruso ha producido un importante número de cineastas con propuestas muy diversas pero que han resultado ser inspiradoras para el cine mundial. Entre ellos se encuentra Andrei Tarkovski, desde luego, pero también otros menos conocidos y no por ello indispensables como Alexander Sokurov, Otar Iosseliani o Artavazd Pelechyan por mencionar algunos entre los vivos. Una de las piedras de toque de esta larga tradición corresponde al trabajo de Dziga Vertov.

2009kino-vertov300

Vertov filmó y lanzó al mundo El hombre de la cámara en 1929. En 1922, publicó el manifiesto Cine-Ojo. Desde ese año desarrolló poco a poco sus ideas sobre lo que una película podría ser. Era un tiempo de acelerados cambios sociales, políticos y también artísticos. La Rusia de esos años produjo uno de los momentos más intensos de la historia del arte. Maiakovski y Klebnikob repartían cada uno su modo poemas por las calles, Ajmátova, Pasternak, Mandelstam y Tsvietáieva, desarrollaron en ese agitado momento sus singulares obras poéticas, en el teatro Stanislavski y Meyerhold plantearon sus hoy conocidas teorías, en la pintura surgieron figuras como Kandinsky y Málevitch, Tatlin y Gabo renovaron la escultura, Melnikov, la arquitectura. Fue un tiempo de entusiasmos que duraron poco pero que gracias a su inmensa energía cambiaron el mundo a pesar de quedar eclipsados por el horrible periodo stalinista que silenció todo.

Para Vertov el cine no podía quedarse atrás. Tenía pocas décadas de existencia pero sus posibilidades de expresión se desplegaban rápidamente. En sus manifiestos Vertov escribió: “Nosotros, kinoks, hemos convenido en calificar como cinema auténtico, un cine construido a partir de una organización de materiales de carácter documental fijados por la cámara. En cuanto al cine fundamentado a partir de materiales proporcionados por actores, que representan ante la cámara y fijados por ésta, hemos convenido en considerarlo como un fenómeno secundario de orden teatral.” Y aunque El hombre de la cámara puede parecernos que no cumple hoy en día a cabalidad esta propuesta, la idea abre nuevas tentativas que no ha sido quizá hasta nuestro tiempo que han sido posibles de llevar a cabo. Cinco de Abbas Kiarostami es un ejemplo de ello, pero existen otros, y estamos seguros que habrá nuevas películas que insufladas por las ideas de Vertov nos regalaran un asidero más para la expresión humana.

Imagen por: Arlindo Machado

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *