Se presenta actualmente en el Centro de las Artes Michael Schimmel en la ciudad de Nueva York, la nueva producción del coreógrafo y bailarín de flamenco, Israel Galván.
Nacido en Sevilla en 1973, Galván es hijo de los bailarines sevillanos José Galván y Eugenia de Los Reyes, por lo cual, ha participado del mundo de la danza durante toda su vida. A sus treinta y un años, el artista español ha conseguido desarrollar un lenguaje personal adoptando las formas tradicionales del flamenco de Andalucía, pero creando una danza que habla sobre el presente. Galván experimenta con formas libres y honestas, haciendo cambios de movimientos inesperados, y logrando expresar con humor una danza que llega a ser muy bella.
Como parte del decimocuarto Festival de Flamenco, Israel Galván presentó su nuevo espectáculo La Curva. Una pieza extraordinaria de ochenta minutos que consiste en una danza inspirada en movimientos de vanguardia como el cubismo, desde donde parte para generar algunos de sus movimientos. La Curva es un tributo al bailarín, coreógrafo, actor y pintor de flamenco, Vicente Escudero, un artista que revolucionó la forma de hacer y pensar el flamenco durante los primeros años del siglo XX.
Con una escenografía minimalista, Galván crea sonidos no sólo con el espléndido y complejo movimiento de sus pies, sino también, mediante chasquidos que produce con sus dedos, con su chamarra de cuero, con su cabeza y sus dientes. Galván baila y crea ritmos con sillas, una mesa, un piano y polvo blanco que enfatiza las formas que crea cuando baila.
En su acompañamiento musical, lo acompañan la pianista, Sylvie Courvoisier, la cantante Inés Bacán y el percusionista de manos El Bobote.
Imagen por: El Tablao