Traducción, selección y estudio crítico de Gonzalo Aguilar
Gog y Magog (Edición limitada y firmada por el autor)
Argentina, 2012
El movimiento de Poesía Concreta de Brasil probó que la poesía podía ser algo más que palabras escritas sobre una página en blanco. Esto no significó que dejaran de publicarse poemas escritos de calidad y valor universales. Décio Pignatari, Haroldo de Campos, pero sobre todo Augusto de Campos, quien jamás abandonara la experiencia de “multidimensionalidad” de la palabra para hacer poemas, encontraron y desarrollaron recursos que hoy forman parte de las distintas posibilidades que los poetas tienen para expresarse.
La edición de Gog y Magog es una cuidada antología que alberga además un breve prólogo de Antonio Risério. Las traducciones de Aguilar son excelentes y consiguen en general los efectos que el poeta brasileño perseguía. Esto no es nada sencillo si se considera la importancia que Augusto de Campos dedicaba a producir sentido al disponer las palabras sobre la página y crear relaciones de sonidos con éstas. Sin embargo hay que consignar que el mayor número de páginas del libro ordena predominante poemas visuales que no necesitan traducción. Estos textos, algunos muy conocidos como AMORTEMOR o VIVA VAIA, poseen una atracción particular que exige “leerlos” (verlos-escucharlos-experimentarlos) con mucha concentración.
En este sentido los poemas de Augusto de Campos siguen siendo un enorme reto para quien se adentre en ellos. Al final de la antología, Aguilar agrega una sección titulada “El laboratorio de poeta” con tres textos de poética. Uno de ellos es el conocido “Manifiesto de la Poesía Concreta”, otro es una introducción de Augusto de Campos a e.e.cummings, además de una breve entrevista. En ésta, el poeta brasileño dice: “Ser escritor en Brasil, ya es difícil. Ser poeta, una obstinación tan sin remedio y sin compensaciones, que sólo es posible creyendo —como Fernando Pessoa— que se cumplen instrucciones informales del Más Allá. De cualquier modo, ser poeta para mí es ineluctable. La flor florece, la araña teje y el uirapuru, en lo profundo de la floresta, toca una vez por año su flauta para nadie. El poeta poetiza. Quieran verlo o no, él pulsa. El pulsar casi mudo.”
En los cincuenta, Augusto de Campos publicó su primer libro de poemas. Escribía entonces poemas con humor como el siguiente:
Al
muerso
antes
dulce
del
intes
tino
fino
al
gr
ueso
Desde entonces y hasta hoy luego de un largo viaje a través de la poesía visual, la escritura en braille, los hologramas y las pantallas de computadora, la obra poética de Augusto de Campos (no hay que olvidar sus incontables ensayos sobre poesía y música) es una constelación ineludible en el territorio de la poesía universal y esta nueva edición de su trabajo actualiza su vigencia.
Imagen por: Octávio Tavares