Esta primera semana del año 2016 murió Pierre Boulez. Son muchas cosas las que pueden decirse al respecto de esta figura fundamental de la música del siglo XX. Boulez pertenece a una generación internacional de compositores que renovó radicalmente la experiencia de hacer, interpretar y escuchar música. Fue un compositor tenaz, de carácter intelectual, y con piezas de una racionalidad inusitada. Legó obras hoy insoslayables para la historia de la música como Le marteu sans maître, Pli selon pli, Répons, Rituel o sus Domaines.
Fundó y dirigió durante varios años por instancia del innovador presidente Georges Pompidou, el IRCAM, institución dedicada a la investigación y promoción de la música contemporánea de vanguardia. Boulez fue además profesor de análisis y composición del Collège de France. Como parte de lo anterior y a diferencia de otros de sus pares, dejó un importante obra escrita de reflexión y crítica sobre su oficio, como puede observarse en sus libros Puntos de referencia y La escritura del gesto, este último una importante entrevista sobre su faceta como compositor.
Boulez dirigió distintas orquestas y consiguió llevar a las salas de concierto obras que no gozaban de demasiada popularidad a pesar del renombre de compositores como Berlioz, Wagner, Mahler o Strauss. Hizo circular también música de compositores como Arnold Shoenberg y Alban Berg. Sin embargo, fue su interpretación y las grabaciones de la música completa de Anton Webern, uno de sus logros más altos como director. El registro de trabajo de Boulez fue amplio y, sin ser ecléctico, logró entender que la música podía abarcar cosas muy distintas empresas como lo prueban sus colaboraciones con Frank Zappa.
Pierre Boulez fue un hombre serio, combativo, consecuente. Hizo suyo como guión de vida aquello que citara del poeta René Char en alguna ocasión: “¿Cómo vivir sin lo desconocido ante nosotros?”.
A continuación les compartimos una interesante entrevista en inglés donde habla de su música.