Bullicio de gente viva
Silencio siempre,
al final de todas las fiestas
párpados que se caen lentamente
un etéreo silencio que se mueve
y se expande
frente a la sombra
de todas esas personas
que caminan hacia la nada,
en estas ruinas de la vida
que pasan desapercibidas
entre el bullicio de la gente viva,
de la materia,
de las voces y las manos
que se abren y se cierran.
Tarde húmeda (llena de sapos)
Uno se niega constantemente
a levitar absurdamente
por un soplo en los oídos
Rueda el cristal sobre la mesa
y se rompe
como una botella,
como una taza,
como un cosmos
Intimida el inquietante silencio
de un atardecer insoportablemente húmedo
Soy una para los hombres
dos para las mujeres
tres para los amigos
cuatro para la familia
Soy todos
como todos
como la gente
como todos
Esto no es más
que otro de esos sueños delirantes
que sufren los humanos
Entrelazar las manos
mirar de reojo
Tener todo que decir
bajo la luz apagada
cuando el silencio se crece entre dos cuerpos
inmensos
conectados desde la raíz de la espalda
por debajo de los cabellos
La ironía de la vida
no se acepta
harta y harta
sobre todo en las tardes húmedas
llenas de sapos
Collegeville Bistro
Estos caminos de paja
alguna vez fueron verdes
estos hogares plásticos
que se transportan en camiones
con letreros
How´s my driving?
Este firmamento que es una lámpara
tus intestinos y su reverberación
Tus planes y los planes de Dios
mis lágrimas que se hunden
en tu sonrisa
este olor a tabaco y ron
el Kung Pao que entra a patadas
en mi sistema digestivo
un sábado por la noche
camino a Collegeville
mientras tanto
una voz repite:
qué triste que nunca pudiste
llorar encerrada en el baño público
de un bar de carretera
con letreros en inglés.
Bacanal y potaje a las finas yerbas
Hierva bien el agua
busque en la enciclopedia la palabra potaje
imagínese una olla grande importada
desnúdese
métase dentro
respire agua hervida y déjese cocinar
cocínese los tratados filosóficos
las imágenes televisivas de ciudades
con gente rubia y silencio
deje la imaginación correr
hasta que le cocine el recuerdo
de su primer beso
sienta la cabeza
sazonada con ajo
porque es usted mucho más
que un jamón
y mientras usted se arruga
y se cuece
a alguien se le hace la boca agua
Cuando lo saquen de la olla
o se saque usted mismo
si aún le quedan fuerzas
recuerde
que el mundo es gigante
y tiene dientes
que la mayor parte de la vida
fingimos que el dolor es normal
y seguimos comiendo
para olvidar
que nos comen a nosotros.
Poemas cedidos por la autora
Karol Starocean (Santo Domingo, 1981) Artista plástica y escritora. Ganadora del 26 concurso de arte Eduardo León Jiménez con la obra The Big Vaina (2016), combinación de pintura, poesía y cuadernos de artista. Autora de los libros Saltacharcos (edición limitada de la autora, 2016), Dramamine (Ediciones Cielonaranja, Santo Domingo, 2017) y Forgotten (Papá Bocó, Buenos Aires, 2018).