Pocas veces las colaboraciones entre artistas de distintas disciplinas resultan tan felices como sucedió en el caso de Man Ray y Robert Desnos. Feroces vanguardistas desarrollaron un camino propio y una obra singular. Man Ray fue un extraordinario fotógrafo y cineasta. Lo fue en un momento en que la fotografía y el cine eran territorios desconocidos y por lo mismo con posibilidades inéditas en cuanto a su capacidad de expresión. Desnos por su parte rechazó el poema como se conocía. Participó de las ideas surrealistas pero consiguió desmarcarse, individualizando su voz.
Robert Desnos leyó en una cena un poema que deslumbró a Man Ray. Ahí surgió la idea de una película. L’Étoile de Mer, la estrella de mar, es un film de corte onírico que Man Ray acentúo con filtros que producían imágenes desdibujadas e insinuantemente eróticas.
El cine ha sido muchas cosas, la película de Man Ray sentó un precedente de belleza y soltura, de irreverencia y lirismo, que aún hoy, resultan reveladores. Por lo mismo, verla de nuevo, sigue invitándonos a pensar qué es el cine y la poesía, experiencias no exclusivas, pero sí muy hondas, de la expresión humana.
Imagen por: pilgrimakimbo